La actual ficción, antigua verdad. PT. 2 (Tiempos interesantes).

Michel Ortega
4 min readOct 12, 2020

Todos los días son una nueva oportunidad pero siempre hacemos lo mismo. La fuerza de voluntad es muy débil últimamente.

Son tiempos interesantes estos en los que las redes sociales controlan gran parte de lo que conocemos como realidad, una realidad atrapada en la red de la soledad. Una soledad única que promete ser diferente a cualquier otra experiencia y que irónicamente termina siendo una experiencia individual similar a la de cualquier otra persona.

La realidad que conocemos está en gran medida basada en la experiencia que vivimos en internet, una experiencia basada en una narrativa creada en gran medida por un algoritmo programado según los intereses de un grupo de personas que necesitan que nuestras mentes y nuestra atención esté depositada en sus programas.

Son tiempos interesantes para navegar por internet.

Con toda la información creada por la humanidad disponible en la palma de la mano, almacenada en un dispositivo que cabe en la bolsa del pantalón, pasamos la mayor parte del tiempo navegando en un mar de rumores y consumiendo publicidad diseñada a nuestra medida. Parece que los robots se hacen cada vez más humanos y la humanidad más torpemente mecánica.

Recuerdo cuando de niño navegaba por el internet, un espacio emancipado de los adultos los cuales debido a su analfabetismo digital de esa época, no era muy común que pasearan por la web. Ahora, a pesar de que no es tan común que usemos más allá de las mismas apps, redes sociales, en estas están probablemente tus padres, tus tías, tíos y quizás, hasta tus abuelos, acabando así con la posible privacidad con la que podrías contar en un espacio propio. Parece que cada vez hay menos privacidad. Cómo un adolescente con la puerta de su cuarto abierta, siempre a la vista de sus padres vigilando cada movimiento y condicionando nuestro comportamiento. Nosotros somos los adolescentes, el internet es nuestro cuarto, y los dueños del internet son nuestros padres.

Son tiempos interesantes para la mente.

Entender el como funcionan la consciencia humana y la mente son temas aun muy desconocidos, tanto para cada uno de nosotros como para la ciencia que cada día intenta descifrar estos acertijos.

Hay días en los que la ansiedad que siento es como si hubiera consumido un cóctel de azúcar, café, comida chatarra y fumado una cajetilla completa de cigarros, todo esto ocasionado por mi consumo excesivo de redes sociales las cuales parecen comida chatarra o drogas cada vez más adictivas. La realidad que ahí se vive es una narrativa que nos afecta no solo en la salud mental sino también en nuestra vida política y social.

Son tiempos interesantes para estar en las redes sociales.

Creo que para este punto podemos estar todos de acuerdo que nuestras mentes son parte de un experimento llamado redes sociales, un experimento donde nosotros, donde nuestras mentes son tratadas como ratas de laboratorio en una competencia entre las empresas que controlan las mayores redes sociales las cuales intentan ganar nuestra atención, ocupar un enorme espacio de nuestra mente y el tiempo de nuestras vidas.

En lo personal encuentro verdaderamente satisfactorio y justo el hecho de que mi recompensa por las horas de trabajo intelectual y emocional entregando mi información a Facebook sea una paga de tres Likes al día de parte de mi madre y otras dos personas desconocidas.

Siento que con el exceso de información que consumimos a diario, nuestras vidas y la narrativa por la que la llevamos es ahora más confusa, llena de necesidades absurdas y pensamientos basura que nos distraen de muchas otras cosas que podrían ser más relevantes.

Yo realmente no tengo ningún problema con pasar el resto de mi vida viendo imágenes de lo que otras personas comen o viendo horas de videos de simios peleando y teniendo sexo si esto significa que puedo olvidarme de enfrentar los problemas de la vida, evitar pensamientos suicidas y apagar mi cerebro haciendo que crea que estoy muerto.

Son tiempos interesantes para vivir.

En una vida cada vez mas similar a un videojuego, a una competencia entre nosotros, no resulta extraño que pensemos que vivimos en una simulación, porque hasta cierto punto actualmente si vivimos en una simulación.

Una narrativa basada en puntos, en ganar o perder, en mantenernos relevantes y conseguir nuevos logros y trofeos. Con las redes sociales ahí para compararnos entre nosotros y al mismo tiempo para observarnos unos a otros, la realidad, esta simulación realmente parece ser un presente distópico salido de una novela de ciencia ficción.

No importa realmente quienes están escribiendo esta narrativa de ciencia ficción, porque seguramente esas personas están tan confundidas como nosotros.

El planeta tierra es como una nave espacial viajando por el espacio a una velocidad increíblemente rápida. ¿Quien está a cargo del volante? No lo sé, pero pareciera que es un niño tirano sediento de poder y de comer McDonald’s.

Son tiempos interesantes de redes sociales que juegan con nuestra mente mientras cada uno de nosotros juega dentro de su propia simulación, una narrativa única basada en aquello que consumimos y que el algoritmo aprende de nuestro comportamiento para seguirnos alimentando con mas de lo mismo y mantenernos dentro de nuestra Cámara de Eco, donde, entre más tiempo pasamos dentro de esta burbuja, más nos aferramos a nuestras creencias e ideologías, memes radicalizando nuestros puntos de vista.

Ahora estamos más cerca del fanatismo, más cerca de lo que pensábamos de pertenecer a un culto. Reforzando nuestros puntos de vista día a día solo con los conceptos, las ideas y memes en los que creemos, la actual ficción, antigua verdad tiene la receta perfecta para que esto pase.

Si cuando era niño me hubieras dicho que al crecer hablar de política sería algo divertido, me hubiera reído en tu cara. Ahora crece en mí la idea de que la política es un chiste muy malo que se cuenta a través del tiempo.

Actualmente el pasado parece un mito, el presente una conspiración y el futuro, confusión.

--

--